La comunicación online gana cada vez más terreno en cualquier campaña de difusión. Los medios tradicionales (offline) ceden espacio a las nuevas tecnologías como escaparates de lo que está sucediendo, sobre todo aquí y ahora, por su accesibilidad e inmediatez. Aunque todavía, en gran parte de los casos, ambos canales se retroalimentan y necesitan. Las campañas virtuales casi siempre se anclan en cosas que suceden en el mundo real.

Una inquietud de la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, para quien realizamos la campaña #amibesos, era el hecho de organizar cada año un abanico diverso de actividades para el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y que muy poca gente se enterara del programa.

Es un problema que con seguridad tienen muchas instituciones y empresas y que se resuelve con una adecuada campaña de comunicación, tanto online como offline.

El contenido

Claro que para comunicar hay que tener un mensaje. Y de ahí que en torno al lema #amibesos, un gesto de cariño que “exige” buen trato hacia el sexo femenino, organizáramos diferentes propuestas destinadas a distintos públicos afectados por esta lacra social.

El Ayuntamiento lució un lazo morado el 25N

La tercera edad es uno de los colectivos al que el Centro Asesor de la Mujer del Ayuntamiento de Alcalá de Henares quería llegar e involucrar en estas jornadas. Un grupo no demasiado inmerso en la era digital y al que creíamos necesario implicar con otro tipo de acciones, como la confección de un lazo gigante tejido a ganchillo por las diferentes asociaciones de mujeres de la ciudad complutense que luciría en el balcón del Ayuntamiento durante toda la jornada del 25 de noviembre. El objetivo era tejer una cadena de compromiso entre las propias mujeres con la lucha contra la violencia machista y atraer la mirada de vecinos y vecinas hacia el acto central celebrado frente al consistorio.

No fue difícil comprometer a las distintas entidades, cuyas piezas de tejido lograron construir un lazo de más de 20 metros. Pero la recompensa no fue solo exponerlo en un punto clave de la ciudad, sino también los centenares de ‘Me gusta’, impresiones e interacciones que los post sobre la acción consiguieron en Facebook y Twitter, de los más exitosos de la campaña y un claro ejemplo de que la comunicación online y offline van de la mano o, nunca mejor dicho, unidas por un lazo.